sábado, 28 de marzo de 2020

VIRUS


VIRUS

Y llegó de repente,
arrasando nuestras vidas,
en un tren deshabitado,
suspendiendo fantasías,
anulando ilusiones,
cabalgando sobre un desierto
de cemento y llanto.
Entre islas solidarias
de aplausos y soledades,
desfiló bajo balcones,
donde habitan confinados,
soñadores de paisajes
que reclaman héroes
y los encuentran a su lado.
Llegó de repente,
desnudando la ciudad,
salpicando el paisaje,
de guantes y mascarillas
y asolando las extensas avenidas,
en las que el miedo muestra
su eco plagado de sonoros silencios,
y apagados llantos.
A lo lejos se ve algo:
son huidizas figuras,
que recorren las calles,
evitándose, igual que antes,
pero ahora más humanas.


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