domingo, 10 de marzo de 2013

SOSIEGO


SOSIEGO

 

No tengo sosiego

y apenas descanso.

Acelero el ritmo

del duro trabajo.

Mas no hallo sosiego

y apenas alcanzo

a entender mi vida,

a sentir el canto,

aflojar la brida,

sofocar el llanto,

o esperar la rueda

que gira en la senda,

eco de otro viento,

suerte o desengaño,

y escuchar el cierto

latir de tu mano.

 

lunes, 4 de marzo de 2013

CERTEZAS

CERTEZAS




Lo que más me enerva es la falta de respuestas, la falta de certezas. Es verdad que me estimulan las preguntas…pero hasta cierto límite.

Para empezar… ¿Qué “cosa” soy yo?

Estas “cosas” que pienso, o que creo que pienso, podrían venir de “fuera”. Los conceptos, las ideas, hasta la propia conciencia de mí mismo.

Tal vez yo mismo sea producto de la imaginación de otro ser.

No, no lo creo, pero es una posibilidad. Posibilidades, posibilidades, posibilidades…

Lo que percibo, lo que interpreto, hasta lo que veo, todo podría ser una entelequia, menos que un decorado.

Sin embargo, poseo (o soy poseído por ella) alguna certeza misteriosa.

Se trata de algo que se aproxima al concepto de fe, no una fe en el sentido religioso, más bien es una certeza intuida, “sé” que es una intuición, pero una intuición diferente. Una intuición que se impone.

De alguna forma sé qué es lo está bien y lo que está mal, también sé que eso es más importante que el “decorado”.



Creo que tú no descubres las certezas, ellas te descubren a ti. Algunas veces he confundido certezas con algo diferente, no lo niego. Pero aún asÍ supongo que hay certezas que no se pueden combatir, son parte de un mensaje escrito, determinado, son parte del destino.

El destino, el tiempo, los sueños…, toda esa materia oscura del Universo, todas esas estrellas lejanas en las que hay otros mundos como el nuestro… ¿otros decorados? ¿Decorados dentro de otros decorados?...



Quizá exista una categoría de preguntas diferente, las “preguntas-respuesta”

Se trata de preguntas que denotan la necesaria existencia de lo desconocido.

Vale, he conseguido dar una vuelta completa para regresar al mismo punto.

Todo eso sin moverme de la cama…



Saldré a echar un vistazo fuera, estoy demasiado encerrado en mí mismo.

Parece que no puedo abrir la puerta, alguien me ha encerrado en esta habitación. O puede que sea yo mismo quien la cerró, que haya olvidado cómo salir de aquí.

No importa, seguiré soñando tumbado en la cama, tal vez se me ocurra algo.