miércoles, 13 de marzo de 2019

Muy pronto las nuevas aventuras de Darío Morgado





Darío Morgado dejó las llaves, el móvil y las monedas encima de una pequeña bandeja negra, junto a la cinta de seguridad y cruzó bajo el arco del detector de metales.
No llevaba pistola, Lorenzo le había prevenido al respecto cuando hablaron por teléfono. De todas maneras ya no la llevaba consigo casi nunca. Tras su separación se había tomado un descanso en el trabajo; no se sentía con el ímpetu necesario para investigar nuevos casos. Casi se había convencido de que se estaba dando un tiempo de reflexión. Si es que reflexionar consistía en paralizar todo tipo de actividad.

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