ÁRBOLES DURMIENTES
Duermen los sauces
junto al espejo verde del río.
Sueñan los hombres
con lejanos viajes,
mientras, la caravana de la esperanza
desfila bajo el sol del desierto.
Los dioses sonríen ajenos
siempre moribundos,
y extienden sus alas
para navegar los cielos,
azules inmensos y puros,
y el sauce que duerme acariciando el agua,
sueña aventuras imposibles,
a través del cristal del río,
un río infinito y mágico.
Profundas veredas pobladas de
sauces,
cercan el río de limpias aguas
con reflejos de color verde
esmeralda.
Y a la caída de la noche
una ninfa brillante y solitaria
nada sobre las ondulantes aguas.
Se escucha un canto lejano,
es el canto de un ave misteriosa
y sabia,
y el niño que yo fui resucita.