REGRESA
Y regresa feroz la madrugada,
doblando las esquinas de mi tiempo,
como un sediento demonio,
como el dios inapelable,
de otro mundo que no entiendo.
Y regresa, la pura luz cortante,
como el aire más frío de mi alma.
Yo me alegro, testigo involuntario,
de otro amanecer eterno,
el viejo viento,
de una nueva madrugada.